Esto ya lo hemos vivido. No queremos volver a sufrir lo que ya sufrimos en la década del 90 con el terrorismo: miles y miles de peruanos asesinados. Miles de huérfanos. Asesinados y torturados por el terrorismo. Ninguna comunidad campesina olvidará cuando a sus miembros le arrancaban los ojos y les cortaban las lenguas estando vivos.
Perdimos nuestra libertad, teníamos miedo, éramos testigos de la destrucción de nuestros hogares, de nuestros lugares de trabajo, de nuestro querido Perú.
Destruían las obras que llevaban agua y luz a nuestros hogares y hoy estamos a punto de caer en la misma trampa. No podemos permitir que nos lleven a vivir nuevamente el terror.
¿Queremos vivir nuevamente en el terror? ¿Queremos vivir nuevamente respuestas añejas a lo que el Perú necesita? ¿Queremos someternos nuevamente a populismos?
Todos sabemos que los peruanos necesitamos un cambio. Que las políticas, los políticos, los Congresos, los Presidentes, nunca han hecho lo que deberían haber hecho: solucionar las grandes necesidades que tienen las comunidades. De ninguna manera podemos permitir que este cambio nos lleve a la miseria y a la violencia de la mano de los movimientos terroristas y la intromisión o el apoyo de gobiernos extranjeros de izquierda extremista como Cuba Venezuela, Colombia, Cuba Argentina, Bolivia… . ¡Viva el Perú, carajo! Pero que viva en paz.