Se supone que los fiscales son los encargados de perseguir y pedir condena para los delincuentes.
También se supone que, los tribunales de justicia, deben procesar y condenar a los que cometen delitos.
Pero cuando se trata de delincuentes caviares, los fiscales, también caviares y los jueces, también caviares, dejan de lado su obligación y en lugar de acusadores, se convierten en cómplices.

Es impresentable que los fiscales allanen la casa de Vizcarra casi cuatro años tarde y es inconcebible que el Juez a cargo haya dejado puerta abierta, para darle tiempo al Lagarto para eliminar pruebas en su contra.

Estos son los caviares en acción, los que controlan el PJ, los que controlan los medios de comunicación, los que se disfrazan de honestos, pero son los más corruptos.
Sí, así es la caviarada, la peor cara de la política.

Por eso, todos los peruanos bien nacidos, debemos unirnos contra ellos, para que nunca más participen en política, para que devuelvan los canales, radios y periódicos que robaron a sus dueños, para que no quede ningún juez o fiscal caviar en el sistema judicial y que todos vayan a donde les corresponde: LA CÁRCEL.