Faltan menos de doce meses para las elecciones generales. La indignación crece cada día. Vivimos entre corrupción rampante, criminalidad descontrolada y abandono estatal. Ya son 25 años de la misma crisis.
El país está estancado en problemas básicos. Falta de agua potable. Hospitales colapsados. Infraestructura educativa que se cae a pedazos.
Para estas nuevas elecciones ya hay 43 partidos inscritos. La mayoría solo busca poder y dinero. No proponen soluciones reales.
Las consecuencias las sufrimos todos los ciudadanos. Familias que viven con miedo a la extorsión. Emprendedores agobiados por la delincuencia. Jóvenes sin oportunidades de desarrollo.
Mientras tanto, la clase política sigue dando promesas vacías sin resultados concretos. Es a ellos a quienes nos toca jubilar.
Necesitamos un líder honesto que trabaje y entienda lo que significa emprender en el Perú. No hay espacio para «el mal menor» ni para políticos atados a la burocracia.
Votar por los mismos responsables del desastre actual solo garantiza cinco años más de fracaso. El Perú necesita un verdadero cambio de ciclo.