La región La Libertad vive una ola de violencia sin control. Sicariato, amenazas, extorsiones, cobros de cupos. Y ahora, el Colegio de Ingenieros se ve obligado a alzar la voz, ante un Estado que sigue sin ofrecer garantías mínimas de seguridad.
En Trujillo, decenas de ingenieros y sus familiares salieron a marchar para exigir lo que todo ciudadano merece: poder trabajar y vivir sin miedo. ¿La razón? El crimen organizado ha cruzado una nueva línea. Ya no solo extorsiona a comerciantes o transportistas, ahora también amenaza y asesina a profesionales que simplemente hacen su trabajo.
¿Cómo puede desarrollarse una ciudad si quienes construyen su infraestructura no pueden salir a la calle tranquilos? ¿Qué tipo de país estamos construyendo cuando hasta un ingeniero tiene que pensar dos veces antes de firmar un contrato, inspeccionar una obra o simplemente abrir su oficina? ¿Qué ha hecho el Partido Alianza por el Progreso de César Acuña, que se supone que nos representa frente al Congreso y el Gobierno?
En solo cuatro días, sicarios acabaron con la vida de dos ingenieros que trabajaban en la Municipalidad Provincial de Chepén y en el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social. Miembros del gremio se sienten vulnerables y expuestos ante las bandas de extorsionadores que los amenazan en las obras.
El crimen organizado ha infectado cada rincón de nuestra sociedad. Y lo más alarmante es la inacción de las autoridades. Porque mientras los ciudadanos marchan, los delincuentes siguen operando como si nada. Mientras los profesionales se unen para exigir protección, el Estado se mantiene de brazos cruzados.
Y mientras tanto el Gobernador Regional, César Acuña, se dedica a viajar y a entregar contratos de cientos de millones de soles a
En Trujillo y en todo el Perú, ya no se puede hablar de bienestar ciudadano si no hay seguridad, si no se combate el crimen con firmeza, y si no se limpia la corrupción de las instituciones.
El Perú necesita orden, autoridad y justicia real. Es por eso que necesitamos un verdadero cambio de ciclo, que limpie las instituciones de los corruptos de siempre y nuestras calles del crimen organizado.