Todas las familias peruanas están preocupadas porque el 50% de nuestros niños sufren de anemia infantil , pero el tema no queda ahí. Miles de niños con habilidades especiales siguen esperando por un Centro de Acogida Residencial Especializado digno, mientras la burocracia y la ineptitud política se devoran sus oportunidades.

El Gobierno Regional de Arequipa ha visto caer por cuarta vez la licitación para construir este centro. Un proyecto esperado desde dos gestiones atrás, y que debió priorizarse desde el primer día por tratarse de una necesidad humana y social urgente. Pero el resultado es siempre el mismo. Papeles que no avanzan, intereses que se cruzan y un sistema incapaz de responder a los más vulnerables.

La política debería servir para dar soluciones. Sin embargo, los mismos políticos de siempre han convertido los proyectos públicos en excusas para pelearse entre ellos, mientras los jóvenes que necesitan apoyo real siguen condenados al olvido.

Arequipa no merece que la incapacidad de sus autoridades se transforme en vidas postergadas. Un gobierno regional que no es capaz de garantizar dignidad a sus jóvenes con necesidades especiales, es un gobierno que ha fallado en lo más básico.

El cambio de ciclo es una urgencia que busca reemplazar la política del abandono por una política que piense en la gente, en especial en quienes más necesitan.