Mientras los caviares en Perú impulsan la vacancia de la presidenta, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) ha revelado que la pobreza extrema ha aumentado un 14% en el país, con 3,2 millones de peruanos que no pueden llegar a fin de mes.
No estamos hablando de los tiempos del COVID-19, sino de lo que está pasando hoy. Peor aún, estamos al borde de retroceder a los niveles de pobreza que tuvimos durante la pandemia. ¿Y qué están haciendo los políticos al respecto? Ocupados con sus propios problemas. Mientras un congresista recibe 15,000 soles al mes, los peruanos en pobreza extrema sobreviven con menos de 250 soles.
Muchas voces critican al gobierno, que tiene su parte de responsabilidad. Pero, ¿no tienen aún más culpa aquellos que realmente gobiernan el país? Los caviares. Como señaló David Tuesta, exministro de Economía y Finanzas: «Nuestro problema es la pérdida continua de productividad debido a malos congresistas y malos gobiernos». Tuesta estima que tomará 20 años para que Perú recupere los niveles de pobreza previos a la pandemia.
El tiempo pasa, y los peruanos siguen siendo invisibles, mientras los políticos encuentran problemas «más urgentes» que resolver. Para que Perú finalmente vaque la pobreza, primero debemos vacar a los políticos.