Se ha promulgado una ley de prescripción a policías y militares de tal manera que solo son juzgables los supuestos delitos posteriores a 2002. ¿Pero qué hace la “justicia”? Se dedica a perseguir supuestos delitos de lesa humanidad cometidos en 1984.
La Justicia caviarizada es aquella que quiere seguir juzgando a policías y militares que combatieron a la guerrilla comunista de Sendero Luminoso. Típico de izquierdistas. Porque para aplicar la ley en otros casos declaran los procesos prescritos, como es el caso de Eliseo Huamán Choque y Bonifacio Rojas Páucar, por supuestos asesinatos ocurridos en 1983 a manos de Sendero Luminoso.
Los Supremos disfrazan a los derechos humanos como forma para defender a los delincuentes mientras que no hacen nada en favor de la ciudadanía.
Están más preocupados de perseguir a políticos o a aquellos que combatieron al terrorismo, que darle una solución al crimen organizado, a las extorsiones a los transportistas o el comercio.
Una justicia altamente politizada, que se dedicó por años a transformar a cualquiera en una organización criminal y así perseguir a sus adversarios, es una justicia que debe ser reformada para que los peruanos conozcan realmente a la justicia y no a unos operadores políticos vestidos de magistrados.