Nuestros hijos están por volver a las aulas, ilusionados por reencontrarse con sus compañeros y maestros y por todo lo nuevo que van a aprender, pero no todo es felicidad.

Y es que los miles de estudiantes de 1700 colegios públicos podrían quedarse sin agua ya que las instituciones suman una enorme deuda de 5 millones de soles por consumo de agua.

Los niños de las escuelas públicas ya no solo corren riesgo por los techos y muros deteriorados de las aulas que están por caer, ahora está la amenaza de no acceder a un recurso que es básico para garantizar las condiciones adecuadas de salubridad en los colegios.

Y como si no fuera poco, al desastre en el sector educativo se suma la advertencia de Ositrán sobre 75 puentes de todo el Perú en riesgo de colapso. 

Vigas rotas, rajaduras y desgaste estructural son las principales características que presentan los puentes en mal estado.

Entre los que necesitan atención con mayor urgencia figuran los puentes: Pativilca (Barranca), Río Moche Bajo (Otuzco), Hualampampa (Piura), Asia 1 y Vial Chilca (Cañete).

Sobre muchos de estos ya se había alertado de su estado crítico desde hace años, y las autoridades correspondientes no tomaron acción.

Estos problemas que no son recientes evidencian el abandono y la falta de mantenimiento en colegios y puentes, algo que se arrastra desde hace más de 25 años.

Necesitamos romper con este circulo de indiferencia y dejadez. Es momento de un cambio, de darle paso a autoridades honestas, responsables y que se preocupen por solucionar los verdaderos problemas de los peruanos.