En La Libertad, los problemas de inseguridad, desempleo, hospitales colapsados y obras paralizadas siguen creciendo. Pero nada de eso parece preocupar al gobernador César Acuña, quien hoy está más enfocado en su campaña presidencial que en resolver los problemas de la gente.
El Jurado Nacional de Elecciones abrió una nueva investigación a Acuña por vulnerar el principio de neutralidad electoral, luego de detectarse más de 50 pintas y paneles en tres regiones del país con mensajes que promocionan su candidatura presidencial por Alianza para el Progreso (APP).
Según el informe, el gobernador habría usado su posición como autoridad regional para favorecer su partido político, infringiendo directamente la normativa electoral vigente.
Y mientras acumula investigaciones por proselitismo, contratos cuestionados y propaganda ilegal, Acuña sigue esperando hasta el último minuto para definir si renuncia a su cargo y oficializa su postulación a la Presidencia del 2026. Lo hace sin asumir ninguna responsabilidad frente al abandono en el que ha dejado a su región.
En lugar de gobernar, Acuña hace campaña. En lugar de servir, se promociona. Los liberteños siguen esperando un gobernador que trabaje por ellos, no un político que use el poder para su beneficio personal.
La gente ya lo sabe. Mientras los problemas crecen, Acuña pinta paredes con su nombre y borra su compromiso con La Libertad. El 2026 será la oportunidad para cerrar el ciclo de los mismos corruptos de siempre y elegir autoridades que trabajen por el Perú, no por su campaña.
