CUIDAR LA SOBERANÍA PERUANA

El Perú está en una encrucijada peligrosa, y el enfrentamiento entre el presidente Jerí y las ONG’s internacionales como Amnistía Internacional, desnuda la cruda verdad. Debemos elegir entre la solidaridad discursiva que nos piden o la protección de nuestra soberanía nacional y nuestros recursos. Ante la crisis migratoria, la postura de Jerí de endurecer la frontera y declarar el estado de emergencia no es un acto de crueldad, sino de elemental responsabilidad política.

Las ONG’s solicitan con urgencia un “corredor humanitario” para los miles de migrantes venezolanos varados en la frontera con Chile. Pero no nos dejemos engañar por el título bonito. En la práctica, un corredor en un país como el nuestro no serviría para que las personas transiten a terceros países, solo sería un permiso de ingreso facilitado. La triste verdad es que la inmensa mayoría de esos migrantes se quedarían en territorio peruano, engrosando las filas de una migración que ya es insostenible. Ceder a esta presión es condenar al país a agravar sus problemas internos.

Perú no tiene la capacidad fiscal para actuar como centro de acogida permanente de toda la crisis regional. La migración descontrolada y, sobre todo, la ilegal, impacta directamente la vida de todos los peruanos en temas de inseguridad, Desorden y  Carga Fiscal . 

Cada nuevo migrante que se queda exige el uso de recursos públicos en salud, educación y servicios. Esos fondos deben ser destinados prioritariamente a los ciudadanos peruanos que ya sufren por la falta de infraestructura básica. No podemos seguir financiando la crisis de otros países con el dinero de nuestros propios pobres.

La decisión del presidente Jerí de utilizar el estado de emergencia y evaluar el despliegue de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) en la frontera es una medida legítima, necesaria y responsable. El rol de un presidente no es ganar el aplauso de las ONG’s, sino proteger la soberanía nacional y la seguridad interna.

Es hora de entender que los intereses de las organizaciones internacionales no siempre coinciden con los intereses del Perú. La solidaridad empieza por nuestros propios ciudadanos, y la postura de Jerí es la defensa de nuestra casa, de nuestra economía y de nuestra tranquilidad. Si no defendemos nuestra frontera ahora, seremos nosotros, los peruanos, quienes terminaremos varados en la crisis.

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